Opinión El Nuevo Herald
Publicado el jueves 02 de octubre del 2008
El director de cine cubanoamericano León Ichaso convocó a un grupo de amigos para una proyección de su filme todavía en proceso de terminación, pero prematuramente desbordante de una fotogenia que sustrae el resuello desde el primer fotograma, Paraíso.
No quería un festival de patadas, dijo enfático al comienzo de la especial ocasión. Nos había citado porque necesitaba opiniones constructivas, bien intencionadas, que contribuyeran, de algún modo, a pulir las aristas o ajustar los cabos de su urticante película.
Dijo que Paraíso terminaba la trilogía que ha perpetrado sobre la circunstancia cubana, siendo El Súper (1979) la primera y Azúcar amarga (1996) la segunda.
Cualquier otra, aseguró, será realizada en una Cuba libre por la cual siente una marcada ansiedad de exploración. En el ínterin, su cinematografía, dedicada a la isla, realizada con magros recursos pero ejemplar perseverancia, lo ha anclado a la nacionalidad aplazada de modo casi feroz.
Ichaso ostenta reconocidos créditos en la competitiva industria cinematográfica y televisiva de Hollywood que le permitirían soslayar el quemante tema de su país de origen tan expuesto a la incomprensión, la disyuntiva y hasta el rechazo en ese medio mercantil de glamour y frivolidad. Ya se sabe lo que ha sido Cuba para el cine comercial norteamericano e incluso para unos pocos intentos fuera del sistema: un manojo de filmes condescendientes, en los peores casos, de la dictadura de los Castros y, en los mejores, caricaturas y estereotipos usurpando verdades y sondeos algo más profundos.
Uno de los valores de Ichaso como artista cubano exiliado es el de no categorizar o excluir a sus congéneres por orden de llegada o expediente político. En el reparto de su nuevo filme, por momentos thriller o historia de horror, los protagónicos se distribuyen entre actores recién llegados a estas costas, los cuales imprimen una autenticidad casi documental a la hora de decir y gestualizar.
El grupo integrado, entre otros, por Adrián Mas, Tamara Melián, Ariel Texido, Miguel Gutiérrez y Lily Rentería dan cuenta de sus variados y complejos personajes cubano-miamenses con una convicción deslumbrante. Todos cómplices de un director que los consulta a cualquier hora del día y de la noche sobre el proceso creativo y los insta a improvisar y participar en una experiencia conocida que les pertenece por derecho propio.
Del argumento sólo es dable apuntar que aborda la llegada de un balsero joven y apuesto, quien viene en busca de su padre, una figura importante de la radio local. Ambos son dos lobos solitarios que han debido sobrevivir, con máscaras y artimañas, los obstáculos de vidas quebradas por represiones y desplazamientos involuntarios. Los dos medirán sus fuerzas y terminarán devastados en el intento.
Ichaso logra bajarle el humo hedonista y arrogante a cierto estamento de la sociedad miamense y por momentos nos devuelve una imagen, casi desconocida, que recuerda algunos sitios apabullados de Nueva York donde recibió, de muy joven, su intensa educación sentimental.
La visualidad y composición enervantes del filme, sello que distingue el cine del director, se refiere en blanco y negro y en colores, como retazos de pesadilla. Por momentos, es la visión de un poeta maldito; en esencia, la crónica del llamado ''hombre nuevo'' cuando escapa del ''paraíso proletario'' en busca de otra tierra prometida, que apenas entiende, y trata de doblegar con su formación marginal. Paraíso es un shock cultural en pantalla, pródigo en chispazos reflexivos e hirientes, acápite de la tarea pendiente de un país que espera por la apremiante reconstrucción material y espiritual.
Friday, January 16, 2009
Paraiso de Leon Ichaso - Reportaje de Encuentro
'Paraíso' en Miami
León Ichaso, el director cubanoamericano de más éxito en Hollywood, rueda un 'thriller' sobre un balsero que busca a su padre.
por Ivette Leyva Martínez, Miami | 19/03/2008
El director cubanoamericano más exitoso en Hollywood, León Ichaso, está filmando un largometraje por primera vez en Miami. La película será un singular thriller protagonizado por un balsero en busca de su padre.
Paraíso es el título de esta producción independiente, que recrea una serie de misteriosos crímenes desatados en Miami tras la llegada del balsero Iván, un joven proxeneta cubano.
"Es un thriller, no es una película de nostalgia por Cuba", comenta el reconocido cineasta durante las filmaciones en el suroeste de Miami. "Habla de gente desesperada por encontrar un nuevo mundo, y al encontrarlo no lo conocen, y hacen lo que tienen que hacer para sobrevivir".
"El tema es universal, el exilio es el trasfondo", puntualiza.
Tras su último filme, El cantante (2006), protagonizada por Marc Anthony y Jennifer López a un costo de más de 10 millones de dólares, Ichaso busca volver a los orígenes de su carrera.
La cinta cuenta con un presupuesto sumamente modesto de 30.000 dólares, que al decir de Ichaso "es lo que se gasta en el desayuno de una gran producción"; pero todo ha sido posible gracias al apoyo de amigos y amantes del cine en Miami.
"No, no tenemos ni maquillista, ni vestuarista", dice Ichaso, de 59 años, con una amplia sonrisa, como el chiquillo que disfruta de una aventura.
«Quise hacer algo minimalista»
Ichaso, durante el rodaje en Miami. (LUIS SOLER)
El equipo de producción de Paraíso está formado por apenas una decena de personas: hay venezolanos, ecuatorianos y, por supuesto, cubanos, entre ellos estudiantes de cine del Miami Dade College, que colaboran voluntariamente. Todos hacen de todo: el director de arte, Luis Soler, y las productoras planchan la ropa; el propio Soler maquilla a Adrián Mas (Iván) para una de las escenas.
"Quise hacer algo minimalista, que tuviera más que ver conmigo y con mis preocupaciones, con todas las interrogantes sobre lo que va a pasar con los cubanos en el futuro. Pensé que era el momento perfecto para dejar el mundo de las películas de Hollywood y encontrar gente colaboradora como cuando hice El Super", relata.
El realizador se dio a conocer en 1979, con El Super, un largometraje sobre un exiliado cubano que trabaja como encargado en un edificio en Nueva York. Entre sus películas, a menudo en torno a personajes trágicos, destacan Crossover Dreams (1985), Azúcar Amarga (1994), Hendrix (2000) y Piñero (2001).
A Ichaso le fascinan las historias sombrías. "Los personajes tienen más textura, más color, más profundidad… La gente a la que le va bien no tiene mucho que decir", señala el director.
Comenzó el guión de Paraíso hace una década y lo fue adaptando con el paso del tiempo.
Iván es un personaje complejo. "Es un pinguero, un marginal, que construí basándome en 3 ó 4 personas que he conocido que se prostituyeron desde niños", indica.
Adrián Mas, el actor que encarna a Iván, cree que lo más difícil del personaje es su versatilidad. "Es muy camaleónico, tiene muchos matices", comenta el actor, formado en la Escuela Nacional de Arte (ENA). "No sabes dónde está el límite para él, sus reacciones son a veces impredecibles, no sabes con qué va a salir".
Mas, de 38 años, trabajó para los grupos teatrales Escambray y El Público, y también puede ser recordado por los televidentes por su actuación en la telenovela Las huérfanas de Obrapía. Salió de Cuba en 2000, y pasó por España y México —donde actuó en la serie Clase 406— antes de llegar a Miami.
Paraíso marcará el debut cinematográfico de Mas. En contraste, Miguel Gutiérrez, quien encarna al padre de Iván, Remigio, es un veterano de la pantalla: su carrera cinematográfica incluye largometrajes como La Bella del Alhambra, Adorables mentiras, Clandestinos y El Siglo de las Luces, entre otras.
El actor de 72 años se exilió en España en 1991 y desde entonces ha trabajado fundamentalmente en comerciales y telenovelas. Paraíso es su segunda película con Ichaso, después de Azúcar Amarga.
"Lo que más me gusta de esta película es el argumento. No es nada panfletaria, deja pensar al espectador y sacar sus conclusiones", comenta pausadamente el actor en medio del ajetreo de la producción, las llamadas a filmación y las advertencias risueñas de Ichaso de que no debía revelar detalles del argumento.
"Mi personaje es un hombre que tiene un programa de radio en Miami, que sabe de muchos temas, pero que no sabe, o no recuerda, que pudo haber dejado un hijo en Cuba", señaló. "Hay flexibilidad en el proceso de creación del personaje, y eso hace que uno se sienta cómodo".
Lily Rentería, Larry Villanueva, Juan David, Sandra García, Ariel Texido, Rosa Inguanzo y Tamara Milán conforman el resto del reparto. La música original es de Alfredo Triff y Palomino Díaz.
Miami en la mente
La experiencia de filmar Paraíso en Miami ha sido tan alentadora para Ichaso que el director —que vive entre Nueva York y Los Ángeles— está considerando mudarse para la Capital del Sol.
"Por un motivo u otro nunca había dinero para financiar proyectos que quería filmar en Miami", señala Ichaso. "Entre estos había incluso uno con Andy García antes de que se hiciera famoso".
Sin embargo, el presupuesto ideal nunca llegó e Ichaso decidió lanzarse al ruedo de todas formas. Su nuevo acercamiento a Miami y el intercambio con cubanos de las nuevas oleadas de emigrantes han contribuido a cambiar su visión de la comunidad cubanoamericana.
"Creo que queda mucha gente que tiene una sobredosis de política, que está marcada por el dolor; muchos de los que estamos aquí desde hace muchos años tenemos prejuicios con la gente que viene de Cuba", reflexiona.
"Para mí lo más agradable de todo este proceso de la película ha sido redescubrir lo cubano, a veces desfigurado, ver un Miami para mi completamente nuevo, desconocido y mal interpretado; donde hay círculos de artistas con los que siento gran afinidad, y un mundo underground muy fuerte; una ciudad adonde llega gente todos los días que no saben ni dónde están ni de dónde vienen", dice.
"La película vislumbra un futuro esperanzador, en el que los cubanos tendremos que aceptar diferencias y crímenes, con la esperanza de que asumir la realidad del país completo, no dividido, tal como es, será inevitable", asegura.
© cubaencuentro
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